El cigarro y el alcohol son devastadores para la piel, esto es algo demostrado científicamente, independientemente de lo creas al respecto. Este ocasiona la perdida de oxígeno en el organismo destruyendo a su vez el colágeno.
Usar humectantes más de dos veces al día con fragancias y a base de componentes químicos desconocidos.
Evitar esos productos de maquillaje que tiene ingredientes oclusivos como la lanolina y la manteca de cacao que tapan los poros y producen espinillas.
No restregarse la cara con demasiada fuerza ni con tanta frecuencia.
No limpiar solamente la parte central del rostro, ya que las áreas del cuello y la frente que se encuentra pegada al cabello también son productoras de grasa.
Con la edad, nuestra piel cambia, por esto se hace necesario cambiar los productos de bellezas que comúnmente usamos.
No añadir más productos a la rutina de belleza de los que se tienen, pues es una práctica exagerada. Es mejor basarse en la calidad de los productos que se adecúen y se adapten a las necesidades de la piel que en la cantidad.
Fruncir la nariz y apretar los ojos al sonreír pueden fomentar la aparición de arrugas en la cara.
No usar loción tonificadora más de una vez en el día.
Todo en exceso es nocivo, por ello no se debe abusar del uso de las cremas faciales.
