Quiste triquilemal. Estos tumores, parecido a hematomas, se localizan sobre la superficie de la piel y es como una tumoración en forma redonda y va creciendo lentamente. Su tamaño puede variar desde milímetros a 3 ó 4 cm, estos se ubican especialmente en el cuero cabelludo, y también pueden presentarse en el rostro, cuello, tronco y extremidades. Se pueden presentar también como lesiones únicas o múltiples.
Breve descripción del quiste triquilemal
Se pueden presentar múltiples quistes si el paciente padece de Sindrome de Gardner, puede ser en la cara y el cuero cabelludo. Estos pueden estar asociados a tumores del colon y otros órganos. La capa que cubre esos quistes se afina, es lisa y brillante, esta forma se obtiene como resultado de la presión empleada hacia el exterior por el crecimiento quístico. Estas formas nodulares están íntimamente adheridas a la piel, a nivel del infundíbulo y cuello del conducto piloso, el cual puede apreciarse como un hoyuelo pequeño, a veces cubierto por una estructura de color negruzco denominada comedón. Estos quistes usualmente se desplazan desde el tejido celular subcutáneo subyacente.
El quiste triquilemal, también recibe el nombre científico “quiste pilar”. Profundas investigaciones han demostrado que este tipo de tumor se origina a partir de la capa más externa del folículo piloso, donde se abre el conducto de las glándulas sebáceas.
Estos quistes crecen lentamente, estos no sufren complicaciones, puede ser algo fluctuante cuando su consistencia es alta. Si ejercemos mucha presión sobre estos, pueden dejar escapar los líquidos contenidos en su base, que son de aspecto grasiento, y de olor desagradable y rancio.
Se pueden presentar mucho dolor cuando se rompe su cápsula, hay salida de la keratina, y por ende esta produce inflamación por reacción a cuerpo extraño, este hecho es muy frecuente en los quistes infundibulares con los que algunas personas lo confunden, provocando dolor, del mismo modo que su infección.