En determinadas costumbres católicas, el proceso de contrición suele hacerse antes del rosario como perdón de los pecados.
El término “contrición” viene del latín “Conterere” que significa triturar, reducir a pequeñas partículas. Según el concilio de Trento, es el arrepentimiento del alma y detestación de los pecados cometidos con el propósito de no volverlos a cometer en el futuro.
Comprende tres elementos: Dolor, detestación, y propósito. Es decir que tiene triple señalación en la línea del tiempo, ya que habla del pasado, del presente y del futuro del proceder pecaminoso.
La forma más concreta de la Contrición suena así: Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
Otra versión de la contrición antes del rezo del rosario es:
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
En caso de que no estés arrepentido de tus pecados. En la tradición católica se te exhorta a pedir a Dios el don del arrepentimiento y rezar la Coronilla de la divina misericordia.
El don del arrepentimiento es fácil de entender, ¿pero qué es la coronilla a la divina misericordia?
Según la tradición, la coronilla la dictó Jesús a Santa Faustina en Vilna, Lituania; entre el 13 y el 14 de Septiembre de 1935, como súplica para aplacar la ira de Dios por los pecados del mundo. Luego incluida en el rezo del rosario.
Las escrituras en su diario rezan de la siguiente manera las palabras de Jesús:
«A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con mi voluntad (…) Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia, en la hora de la muerte los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación. Hasta el pecador más empedernido, si reza esta Coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita. Deseo que el mundo entero conozca Mi misericordia; deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia» (Diario 731,687).
“Defenderé como Mi propia Gloria a cada alma que rece esta Coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca de un agonizante es rezada, se aplaca la ira Divina, y la insondable misericordia envuelve al alma y se conmueven las entrañas de Mi misericordia por la dolorosa pasión de mi hijo” (811).
Esta fue la descripción del uso que se le debe dar a la coronilla en el rezo del rosario. Pero cómo dicen los versos del rezo de la coronilla? Estos datos, y mucho otros más más interesantes los veremos en próximos videos.