El anamú, es una hierba perdurable, puede crecer hasta aproximadamente un metro de altura. Esta hierba es muy popular principalmente en las amazonas y en áreas tropicales de centro y sur de américa, en el caribe y en áfrica.
El anamú, es conocido como hierba de ajo por su abundante olor a ajo que dispersa exclusivamente de las raíces. También es conocido por distintos nombres como apazote, apacin y apacina.
Funciones del anamú – El anamú para la sinusitis
El anamú, es muy utilizado en la medicina ya que es curativo. Consumiendo la planta completa como un bebedizo que funciona como diurético, en problemas de menstruación, reumatismo, malaria, estimulante, sudorífico y también como analgésico local y antiinflamatorio en diferentes partes de la piel.
Una de las recetas utilizadas regularmente es, treinta gramos de la raíz y hojas secas de anamú en 1 litro de agua, este remedio es muy útil para aquellas personas que quieren utilizar, el anamú para la sinusitis. Y recomiendan que hay que tomar una taza de este té, de una a tres veces al día o que puede ser aplicado localmente dependiendo la afección a tratar.
Está comprobado, que el anamú tiene una gran cantidad de compuestos biológicamente activos, como son: esteroides, compuestos a base de azufre, flavonoides, y triterpenos.
La sinusitis, es una congestión en las fosas nasales, las cuales son espacios vacíos dentro de los huesos de las mejillas y están ubicados detrás y alrededor de la nariz.
Los síntomas comúnmente de la sinusitis son: dolor en las fosas nasales, secreción mucopurulenta, fiebre, dolor de ojos, ojos llorosos, dolor en los dientes, mal aliento, malestar general, dolor al masticar y tos.
El anamú, es utilizado para la sinusitis ya que este contiene abundantes propiedades antiespasmódicas, diuréticas y estimulantes.
Como se prepara el anamu – El anamú para la sinusitis
Los ingredientes son simples, solo se necesita alcohol antiséptico, anamú, un frasco y un paño limpio y se combinan los dos en un frasco ya sea plástico o de cristal, y este lo debemos dejar reposar por tres días a la sombra, luego de este tiempo tomamos un paño limpio, lo humedecemos y nos acostamos de manera recta sin almohada y colocamos el paño húmedo en la frente. Este procedimiento es favorable hacerlo entre dos a tres veces al día.